sábado, 14 de marzo de 2009

En la calle el viento le pegó y fue el pretexto ideal para disimular esa tempestad de sus ojos estallando en mar y en cada barrio, cada pueblo, cada esquina en la ciudad; hay un corazón partido que no para de sangrar y un ejército de gente balbuceando su verdad de cosas estancadas que quedaron por hablar. Historias de no correspondidos y de amigos que no están, de gente que habla sola y sus palabras abortadas de no hablar...

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