Los primeros enamoramientos suelen caracterizarse por ser “amores a primera vista”, generalmente no correspondidos y hasta ignorados por el amado. Son amores en solitario, que ocupan la imaginación la mayor parte del tiempo y son la inspiración de innumerables cartas y poemas.

La visión del ser amado llena al cuerpo de adrenalina y hace estallar al corazón, su simple contemplación basta para incrementar la pasión.

El enamorado idealiza al ser amado, no tiene en cuenta las características reales de la persona, si no que proyecta en él su ideal de pareja y lo transforma según sus propios anhelos.